EL ROSOTRO DEL PASADO

A nuestro alrededor existen rostros que jamás nos tomamos el tiempo de contemplar, rostros que expresan olvido, nostalgia, ternura; que reflejan los estragos del tiempo y el olvido de los seres queridos. Postrados en una vieja cama, aferrados a los recuerdos de aquellos días que lo tuvieron todo, que convirtieron sus noches en veladas de amor y cuidado para el hijo enfermo, que lo vieron crecer, que disfrutaron su inocencia, al hijo al cual amaron, pero que los olvido y los abandono a su suerte. Recordando los tiempos que cuidaron con amor y esmero a hijos que un día se fueron y no volvieron más, hijos que los condenaron al olvido y al invierno de la soledad; ahí los vemos, en las calles, o sentados afuera de sus viejas casas, esperando un día que no vendrá, a un hijo que se fue, sosteniendo en su corazón la esperanza de ver a un hijo entrar por la vieja puerta, escuchar el llamado y volver a estrecharlo en sus brazos como cuando era pequeño, el hijo ingrato que se olvido de que tiene padres.

Ancianos que están enfermos, desalineados, viejos, tratando de contestar una pregunta que no tiene respuesta ¿por que mi hijo me olvido si le di todo mi amor? , convirtiendo las noches una constante suplica a Dios: señor que mi hijo regrese, suplicándole que lo cuide donde quiera que este, que mueva su corazón para que no se olvide de sus padres, por que el amor de un padre o una madre, lo perdona todo.

Cuantos ancianos vemos viviendo sus últimos días en la soledad de un asilo, pasamos indiferentes frente a sus puertas, sin pensar que una visita, una palabra o algún apoyo económico o en especie puede hacer la diferencia entre el cielo o el infierno, entre el amor o el odio, entre el olvido o la esperanza.

Tenemos todo para dar, no seamos seres insensibles al dolor ajeno, démosle una palabra de aliento a todos aquellos viejitos o enfermos, un poco de amor y comprensión, por que algún día todos seremos viejos, y puede que lleguemos a estar en esa situación. Si eres hijo no olvides a tus padres o abuelos, si eres humano no olvides a los ancianos, dales algo de ti, no los ignores por que puede que un día tu seas ignorado, sigamos las enseñanzas de Jesucristo, dar de comer al hambriento y de beber al sediento.

En la experiencia vivida, he visto como muchos ancianos mueren en el frio de la soledad, solitarios, abandonados, y que por alguna circunstancia mueren en su casas sin que nadie se de cuenta, sino que pasan días enteros hasta que el mal olor los descubre y algún vecino da parte a la policía, muchos otros que mueren en las calles, sin que nadie les de importancia.

Por ello brinda tu ayuda al necesitado, recuerda que si hoy das mañana recibes, y que entre mas des, mas recibirás.

A ti, si eres hijo, te invito a que cuides a tus padres, que les des amor en vida, no los olvides, ellos te necesitan, así mismo demuéstrales a tus hijos que te preocupas por tus padres, pues mañana ellos harán lo mismo contigo.

El ayer se fue, el mañana tal vez no llegue, así que lo único que tienes es el hoy y con el la oportunidad de ser, de estar, de dar, de cambiar, de perdonar y olvidar, de volver a intentarlo; compartir con tus seres queridos lo que tienes, así cuando llegues a viejo, te aseguro que jamás estarás solo. Aprovecha hoy la oportunidad que te da la vida, bien dice el dicho que mientras haya vida hay esperanza.

No esperemos a que las personas que amamos se mueran para poder demostrarles cuanto nos importan, hazlo en vida hermano, en vida