Después de 1978 años de que sacrificara su vida aquel gran hombre llamado Jesús por todos los hombres, no hemos aprendido a valorar el magno sacrificio de dolor que el hijo de Dios hiciera a favor de toda la humanidad para la salvación de nuestras almas y día a día seguimos crusificandolo con nuestra aptitud, engaños, mentiras, pero sobre todo con nuestras malas obras en contra de nuestro prójimo, pues hoy en día vivimos en tiempos muy difíciles donde debemos estar apegados a honrar a nuestros padres y huir de la idolatría, el asesinato, el adulterio, el robo la mentira y la codicia, sigamos conservando nuestros valores éticos como la humildad, estemos dispuestos a aceptar nuestros errores, demos gloria a Dios, estemos dispuestos a aceptar sugerencias, y sobre todo actuemos con justicia hacia los demás, apeguémonos al amor a la justicia y tengamos el más absoluto repudio a la maldad hoy en día cuando se considera moderno tolerar los estilos de vida licenciosos (impúdicos) Jesús sigue siendo un recordatorio de que necesitamos mantener firmes nuestros principio morales, luchemos por ser dignos a los hojos de quien dio su vida por nosotros y hagamos de su sacrificio algo que valga la pena y terminemos ¡Amandonos unos a los otros!.
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