Cuantas veces nos hemos sentido mal por nuestra apariencia física, por nuestro peso, por el color de la piel, o por que simplemente no nos gusta como somos, o por que alguien nos dijo que nos vemos mal; sin pensar que nuestra apariencia física no es lo que importa; lo que debemos en realidad cuidar es lo que hay en nuestro corazón y en nuestra mente, por que si estas conforme con los sentimientos que hay en tu corazón y con la fortaleza de tu mente vas a irradiar esa seguridad al exterior.
No importa si eres bajito, gordo, flaco, alto, moreno o demasiado blanco, etc., lo que importa en realidad es como te sientas tú, siéntete feliz tal como eres, amate así como eres, no des importancia a los comentarios que te hacen los demás sobre tu físico, pues al único que le debe de importar su físico es a ti; las personas que se pasan criticando a los demás no son felices con su cuerpo, por eso se la pasan criticando a otros para hacerlos sentir igual de mal, o ¿acaso has escuchado que alguien critique a alguien que se siente bien con su cuerpo? Y si lo hicieran te aseguro que jamás les dañará ese comentario, es por eso que debes preocuparte por como te sientes tu y por lo que pienses sobre ti, y lo que piensen los demás sobre ti no es asunto tuyo.
El secreto para ser feliz es sentirte en armonía con tu interior, y aceptarte tal como eres, aceptar a los demás de igual manera, ya que la perfección no existe en el plano físico.
Siéntete a gusto con cada parte de tu ser físico, aprecia tus manos que tocan y que acarician, tus ojos que pueden ver la luz y los colores de la naturaleza, tus pies que te permiten día a día caminar y recorrer distancias, tu nariz que te permite disfrutar los olores que hay a tu alrededor, aprecia todo lo que hay en tu cuerpo, por que a través de el percibes, sientes, vives y existes.
Que tu meta sea sentirte feliz con lo que eres, y con tu cuerpo, agradece y siéntete afortunado por estar completo, aliméntate sanamente, practica.
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